jueves, 22 de enero de 2015

Recuerdos de mi infancia Parte I






Mi pasado, hasta no hace mucho, estaba guardado en un lugar muy escondido en mi mente. Pero poco a poco, han ido saliendo a flote imágenes y recuerdos que si bien al principio eran difusos, han ido cobrando nitidez. Recordar ha sido  doloroso, cada recuerdo ha sido como un "chispazo". Me provocaban una gran descarga emocional, como una fiebre intensa y corta, como un hormigueo en la cabeza.

Esos recuerdos han estado mucho tiempo escondidos, ocultos para que yo pudiera vivir "tranquila" pero, a pesar del dolor, esos recuerdos ya no pueden parar de salir a la superficie, ya no se les puede volver a encerrar. Así, pues   ahora no tengo más remedio que reconciliarme con ellos para seguir viviendo "tranquila". El dolor inicial se ha ido transformando en necesidad de saber, en curiosidad en mí misma. Ya no puedo esconderlos. 

Alguien muy apreciado me dijo que tenía que reconciliarme con mi pasado y tal vez, por eso tengo la necesidad de escribir este blog. Para exorcizar todos los malos recuerdos y poder acercarme a la niña que fui para poder decirle: "¡cariño, todo el esfuerzo, todas las lágrimas brotadas han servido para ser la mujer que soy hoy!. Ya no estoy triste"

Recordando cómo era, me ha dado por hacer un listado de algunas conductas sobre mí de pequeña, hasta los 13 años. Cuando siga recordando seguiré ampliando la lista. Lo hago por mí, para exorcisar, para "expulsar" recuerdos y enfrentarme a ellos para hacerme fuerte, sin ánimo de nada más.


Conductas que recuerdo de cómo era de pequeña:

  • Inocente con mayúsculas. 
  • Dócil, buena. Gran necesidad de complacer
  • Gran temor al fracaso, a no cumplir las expectativas
  • Gran timidez y presencia de mutismo al acercarme a otras niñas, a pesar de ser conocidas. Estaba al lado de las otras niñas, pero sin poder hablar. Normalmente me situaba en segundo plano.
  • Pasiva. Me dejaba llevar. 
  • Invisible. No saber cómo hacerme presente y participar en actividades sociales: juegos con otros niños. 
  • No he tenido amigos íntimos.
  • Nula iniciativa social. No se me ocurrían cosas o juego para proponer.Nunca se me ocurrió "invitar" a jugar a otros niños.
  • En el patio del colegio solía permanecer sola. Si me venían a buscar a jugar yo les rechazaba por que pensaba que me venían a buscar por pena y eso me hacía sentir más insegura.
  • Ansiedad que somatizaba con frecuentes dolores de estómago, gran cansancio, sobre todo, en las épocas escolares.
  • Nula asertividad: no saber defender ni reclamar mis propiedades.
  • Lloraba mucho a escondidas por no saber cómo conectar con mis compañeras de clase.
  • No sabía resolver situaciones sociales, por lo que procuraba no enfadar a nadie, ni relacionarme. Evitaba los conflictos.
  • En las excursiones del colegio, siempre estaba sola. Nadie quería sentarse conmigo.
  • Las actividades en grupo me creaban mucha tensión. Dejaba que los demás me propusieran lo que podía hacer y lo cumplía sin protestar.
  • Gran temor a hablar en público, a participar en clase.
  • Escaso interés por la comida. 
  • El momento de comer, para mí, era una pérdida de tiempo; pues era un tiempo en el que no podía dedicarme a mis temas de interés.
  • Podía pasar mucho tiempo dibujando. Me gustaba dibujar-coleccionar: por un tiempo me dedicaba a dibujar banderas, en otra época dibuja los disfraces de mortadelo, en otra épocas dibuja diseños de ropa.
  • No era capaz de trasgredir normas, ni hacer travesuras o pillerías.
  • Incapaz de mentir y si alguna vez lo hice sentí un gran remordimiento.
  • No recuerdo haber jugado con muñecas durante mi infancia temprana. A partir de los 7 años tenía un muñeco que era como un amigo. Durante la preadolescencia jugaba con muñecas tipo babies, con las que representaba situaciones sociales, siendo yo  uno de los personaje. 
  • A escondidas, cuando nadie me veía, representaba papeles delante del espejo, como si fuera una actriz.
  • Interés por las conversaciones de los adultos. Aunque me decían que me fuera a jugar yo prefería quedarme a escuchar lo que decían los mayores; sobre todo, cuando hablaban de temas serios ("interesantes") como religión, sus experiencias de la postguerra civil, etc.
  • Preguntaba mucho sobre el porqué de las cosas.
  • Escasa imaginación, pero era buena copiando dibujos fijándome en los detalles. 
  • Me costaba crear redacciones para las clases de lengua; por lo que aprendí a hacer historias copiando y mezclando las ideas de mis  compañeras.
  • Cuando algo no sabía hacer me obsesionaba en ello.
  • Durante las vacaciones de verano, como no tenía amigos, para no aburrirme ocupaba mi tiempo haciendo mis "libros de vacaciones". El libro tenía que estar perfecto, tanto en la letra, como en la presentación. 


7 comentarios:

  1. ¿Sabes qué? Cada vez que leo este blog pienso en que igual somos una réplica: yo soy tú de joven y tú eres yo de mayor.
    Cada una de las cosas que has dicho, salvo lo de la comida, es exactamente lo que me ha pasado a mí toda mi vida. Parece que ahora empiezo a ir a mejor, pero por lo demás lo he pasado tan mal como tú. Al menos alivia leer a otras personas como tú.
    ¡Gracias por seguir escribiendo! ¡Supone un gran alivio para mí leerte!
    Un gran abrazo virtual (espero que no te moleste).

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  2. A mí me pasa igual cuando leo tu blog¡¡¡¡¡¡
    ¡¡¡uuuffff¡¡¡¡ es algo increíble, ehhhh¡¡¡¡
    Un día tenemos que conocernos... :-)
    Muchos besos... ¡¡¡que vas a molestar¡¡¡ al revés... me encanta saber de tí

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    1. Sí!! Un día tenemos que conocernos!! ¡Me gustaría mucho! :)

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    2. siiiiiiiii, y mí también..... ;-)

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Ídem a Elsa, porque la comida me gusta mucho jaja. Por lo demas, igual. Odiaba que me dijeran "la muda", que dijeran sarcásticamente "me aturdes por cuanto hablas" o que hablara más . Si hubiera podido hacerlo lo habría hecho!

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    1. Siiiii... eso de "¿Qué te pasa?", ¿Por qué no hablas?"...y eso es pero... Exacto¡¡¡ Si hubiese podido hubiese sido "habladora", "simpática", "divertida".... Ahora ya no lo quiero ser, pero he tardado tanto tiempo en quererme....
      Que bueno saber que somos muchas las que nos sentimos igual. Eso me hace sentir menos sola y más comprendida.. Besases

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