sábado, 21 de marzo de 2015

Entre el Bloqueo y el Agotamiento Social, escojo el Agotamiento



Cuando me enfrento a situaciones sociales, como fiestas, comidas, cenas con otras personas siempre deseo pasarlo bien como lo hacen lo demás. Pero, muy pocas veces lo consigo. 

Si decido ser lo más "común" posible procuro conversar, reír y todo lo que conlleva una relación de este tipo. Empiezo bien, pero a medida que pasa el tiempo, mis recursos comunicativos se van acabando. En una conversación "típica" tengo que "guionizar" constantemente. Eso significa que mi cerebro tiene que "pensar conscientemente" qué decir para que resulte ingenioso, interesante, divertido según el momento. He aprendido a hacer preguntas, a escuchar mostrando interés, a hacer algún comentario, pero mi cerebro no trabaja rápido y no genera esquemas nuevos con facilidad. Cuando agoto mis recursos comunicativos es como si despertase de un sueño y empieza a invadirme un sudor frío. En esos momentos procuro que mi cerebro no se cierre y que se ponga a trabajar a marchas forzadas para generar más recursos comunicativos y no aislarme del grupo. Pero... ¡¡es muy agotador¡¡¡. Esa tensión se va convirtiendo en agotamiento, en desgaste físico y mental, como una lucha por "no morir".  Después de una reunión social necesito varios días para descansar y recomponerme.

Si decido ser "yo", cuando me quedo en blanco y no se me ocurren cosas que decir, ni me esfuerzo en ello, en algunos casos me vuelvo invisible para los demás. Simplemente, "no existo". No me hablan, no me miran, no me preguntan. En esos momentos, me siento como una "apestada", como una basura y yo sola me meto en mi bucle mental recordándome lo inepta que soy. Lo peor es cuando los demás se percatan de mi silencio y empiezan a preguntarme, a hacer comentarios del tipo: "¿Qué te pasa?", "¿estás bien?", "¿por qué no hablas?", "¡estas muy callada!"... y sin quererlo me convierto en el centro de atención. Eso es horrible y siento las miradas de los demás sobre mí como espadas. Entonces mi cerebro se queda literalmente en blanco, cerrado y sin opción de abrirse. El sudor frío empieza a invadirme, pero ya no hay forma de pararlo y yo... me quedo paralizada, sin poder hablar, mirar, escuchar. Me bloqueo. Aguanto como puedo la tensión acumulada y cuando la reunión social se termina, empieza a invadirme una sensación de ira, rabia desmesurada que acaba salpicando a la gente con la que convivo. Esa tensión se convierte en ira que tiene que salir de alguna forma en algún momento.


Entre estas dos sensaciones, prefiero escoger el Agotamiento, pues el Bloqueo genera un dolor mental desmesurado para mí y para los demás que tengo a mi alrededor. Me agoto al tener que "simular" o "actuar" de forma programada, por lo que no llego a disfrutar verdaderamente de muchas situaciones sociales, pero por lo menos no siento el vacío terrorífico de la nada que supone el Bloqueo.




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