sábado, 17 de enero de 2015

Hacer tonterías: yo.. nunca¡¡¡¡






Mi rígido sentido del ridículo hace que no sea capaz de hacer las "tonterías" que hacen los demás para divertirse. Las bromas, chistes, risas las veo como "tonterías" y las personas que las hacen me parecen "ridículas". Sin embargo, yo a ellas les parezco "aburrida" y "tonta"...


Dos formas diferentes de entender las situaciones sociales.


No se porqué pero las tonterías de los demás las he sentido como ridículas y no es que no sea capaz de seguirlas, es que no las puedo aguantar. La gente que hace "payasadas" -desde mi punto de vista- para socializar me parece ridícula, pues la visualizo como un "payaso fuera de contexto", la gente que hace conductas infantiles como bromas para... -no se para qué-, no lo soporto. 

Siento vergüenza ajena cuando alguien con el que estoy hace tonterías... no puedo ni verle. Recuerdo cuando era joven que empecé a salir con un chico. Un día me invitó a ir con sus amigos a una especie de "fiesta". Ese día le vi haciendo "payasadas", bueno mas que payasadas sus conductas eran exageradas, no se como explicarlo: se reía a carcajadas, se hacía notar mucho, bromas constantes. Adivinad como terminó la relación: ese día terminó. Recuerdo ese día con una sensación de enfado, de irritación... ¡¡¡yo no podría estar con un personaje así...!!! Los demás verían en él un chico divertido, social... ¡¡¡¡noooo!!!! yo ya no podía mirarle, ni estar cerca de él, ni tolerar hablarle ni que me hablase. 

Ante las personas que hacen tonterías siento una especie de repulsión y vergüenza ajena. No puedo estar cerca de ellas. No obstante, he ido desarrollando alguna estrategia interna ante eso: cuando alguien cercano -no voy a decir nombres- hace alguna... "lo que yo considero tonterías"- mentalmente me imagino una puerta que cierro: en mi mente no le miro, no estoy cerca, no le hablo. Y, así desde fuera parece que soy tolerante, pero en realidad es que por dentro estoy haciendo un gran esfuerzo mental consciente por no focalizar mi atención hacia esa persona. 

Puedo tolerar algunas tonterías esporádicas, pero no podría vivir con personas que hicieran tonterías a menudo.. no podría. 

Para mi una risa escandalosa ya es una conducta ridícula que me produce repulsión. Las bromas constantes e infantiles no las soporto... ¡¡no las soporto!!!!!  Sería incapaz de participar en esas... ¿como se llaman?... "despedidas de solteros"... ¡¡¡¡eso es lo mas ridículo que he visto nunca¡¡¡ Otra cosa ridícula, ridícula son los disfraces... ¡¡¡no!!!!... Alguna vez que me he disfrazado -por presión social, porque  tocaba hacerlo- ha sido raro, muy raro: me sentía marciana, marciana, marciana. No me sentía yo y era una incomodidad extraña... lo vivía literalmente como una simulación ("algo que no es"). Creo que me he disfrazado un par de veces en mi vida... ¡¡¡nunca más!!!. Nunca me he puesto el ridículo sombrerito de año nuevo o navidad... ¿no es lo más ridículo del mundo????. Lo siento como una estupidez. ¿Cómo la gente disfruta haciendo tonterías?...¡¡¡no lo entiendo!!!!

Sin embargo, me da mucha envidia (sana) la gente espontánea, que es divertida sin resultar pesada, ni estridente. ¡¡¡Como me gustaría ser divertida, ingeniosa, interesante!!!.

Me gusta la gente divertida, pero hasta un límite. No soporto las risas escandalosas, ni las "tonterías" para llamar la atención. Me parecen conductas ridículas y fuera de lugar en el caso de personas adultas. Me sobrecargan los chistes. Uno está bien, pero muchos me saturan. 



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