sábado, 25 de mayo de 2019

¿Será una cuestión de "Sincronización Social"?


Hay una cuestión que cada vez me intriga más: ¿Cómo es que la gente engancha entre sí y sigue enganchada por tiempo? Observo como la gente conecta entre sí (se "engancha mentalmente") y mantienen esa conexión por tiempo. Eso debe ser el "Principio de Amistad". No es iniciar el contacto, sino mantenerlo y mantenerlo de forma profunda, estable, sentida y deseada. Lo más impresionante de todo es que... les sale natural, sin pensar demasiado... Es como si hubiese una energía invisible entre ellos que hace que se atraigan,  como si se tratase de una "afinidad química" -fenómeno en el que ciertos átomos o moléculas tienen la tendencia a agregarse o enlazarse-. Entonces, ¿no se podría extrapolar el fenómeno  de la "afinidad química" o "atracción magnética" al ser humano? 

Es como si hubiese algo invisible y misterioso -por desconocido- que hace que la gente se atraiga entre si y que mantengan lazos estables. 

Me pregunto si existe algún mecanismo neurológico, más allá de las neuronas espejo, que haga que la gente conecte entre si, que "sincronicen" entre si y que permita que ciertas interacciones se consoliden hasta generar una amistad íntima. Llamadme "flipada" pero no creo que sea algo meramente cultural. Es curioso ver como niños pequeños cuando se encuentran cara a cara se contagian entre si, "conectan". Es como si sus mentes estuvieran sincronizadas... ¡¡es impresionante!!!

Como tengo una mente curiosa he intentado buscar sobre ello y encontré que hay investigadores que ya lo tienen en cuenta como la Dra. Suzanne Dekker, de la Universidad Nueva York (*). Así, según esta investigadora lo que llamamos conectar, tener feeling o química y lo que hace que una relación tenga éxito o estabilidad parece  depender de la sincronización de ciertas ondas cerebrales. Estoy convencida de que debe de haber alguna explicación científica al fenómeno de la atracción entre personas y no me refiero a la atracción física, sino a la atracción para mantener relaciones sociales estables e íntimas. Seguiré buscando sobre ello porque me parece hiper-interesante, ¿no?????

Pues yo creo que algo pasa dentro de mi que no me permite sincronizar,  "engancharme" con la gente de la forma convencional. Creo que soy capaz de comprender, de ponerme en el lugar del otro, puedo entender lo que sienten y sentirlo en momentos determinados, pero a pesar de tener todas esas "capacidades"... ¿por qué no consigo "engancharme"?, ¿por qué no siento estar enganchada?, ¿por qué tengo que forzarme para "engancharme por tiempo"?. 

Ayer me decía mi marido de quedar hoy con amigos para ir a un concierto. Le dije que no me apetecía, pero que fuera él. A lo que él respondió: "el otro día -haciendo referencia a la última vez que  fui con ellos a un concierto de música- te lo pasaste bien? Te vi bailar". Decidí decirle la verdad: "simulé pasarlo bien". 

Recuerdo perfectamente como mi mente mandaba ordenes a mi cara para que sonriera, a mis piernas para que bailaran, a mi cuerpo para dar una impresión de "estar bien", pero otra parte de mi mente contaba el tiempo para que el encuentro terminase e ir a casa. Es cierto que ahora ya no me crean ansiedad esas situaciones porque "se que simulo" y lo hago a modo de "regalo para mi marido", pues él si necesita salir con gente. En realidad lo hago por él. Es mi forma de expresar reciprocidad. "El hace cosas por mi, yo hago cosas por él, aunque no me apetezcan". Es lo que da sentido a salir a esos encuentros sociales, pero.... en realidad no siento estar "sincronizada", "enganchada" a la emotividad del encuentro. 

Es como si ellos estuvieran unidos por una especie de "cordón umbilical social", y que yo no lo tuviera o que estuviera roto u obstruido.. no se, pero no consigo sentirme conectada con ellos. Parece ser que cada vez "simulo" mejor -ahora se le llama "camuflar"-, pero esa simulación es pensada. En el momento del "camuflaje" es como si en mi mente hubiesen dos personas: una la real, la que se siente agobiada por el momento y quiere que termine, y la simulada, que es la que intenta estar presente para no desentonar. A veces gana una y otras veces gana la otra o, a veces, empieza ganando una, pero al rato gana la otra. ¡¡No se si se me entenderá!!!

Siento experimentar una sensación extraña con el mundo social. Siento como si estuviera detrás de un cristal, o como si el mundo social fuera una película... la entiendo, la siento, pero no pertenezco a ella... Estoy fuera y cuando la película se termina deja de estar presente. Es como estar en Matrix... no me siento conectada con la gente y es algo profundo que siento desde siempre. Es extraño.

Entonces, la reciprocidad implica sincronización...¿no? Tal vez, por eso,  nadie me detectó. Yo era invisible porque no estaba conectada, sincronizada con ellas. Simplemente, no me veían. Ellas hablaban entre si, se reían, se "conectaban" y en ese momento de conexión yo no estaba. Yo no sincronizaba con ellas ni ellas conmigo. Eramos seres de mundo paralelos. 

Cuando no sincronizas con nadie, pero te gustaría sincronizar es angustioso porque no consigues ese genuino disfrute. 

Algunas veces sincronizo con algunas personas, pero es una "sincronía intermitente"; es decir, momentánea. Dura lo que dura el encuentro. Es como una llama: en el momento álgido está encendida, pero cuando el encuentro se termina la llama se va apagando y no siento la necesidad de volver a encenderla. A veces -muy pocas veces- he llegado a disfrutar conversando con gente y cuando eso ocurre ha sido compartiendo temas afines. Por tanto, mi "sincronización" está condicionada por el sentido práctico que le de a ese intercambio y este es más intelectual que interpersonal-emocional.

Cuando la "sincronización es intermitente" lo que ocurre es que si bien puedo disfrutar en ese momento, cuando este se termina la sensación se va apagando y no siento la necesidad o el impulso de volver a "encender la llama de nuevo". Para mi encender y mantener la "llama de la amistad" es muy agotador.  

No obstante, como se que es importante mantener la llama de la amistad; es decir, mantener la "sincronización social", desde hace algún tiempo intento ser prosocial y mostrar cierto interés o preocupación por las personas afines, pero esto no me sale instintivo, lo tengo que pensar, programar mentalmente. Normalmente, son los otros los que todavía impulsan que se mantenga la llama. Si por mi fuera creo que me quedaría sola por siempre. 

Debo de dar las gracias a esas personas afines que permiten que no se apague la "llama de nuestra amistad". Muchas gracias por el esfuerzo que hacéis y por no reprocharme mi escasa iniciativa social. Muchas Gracias.



(*) ttps://www.abc.es/ciencia/abci-sincronizacion-ondas-cerebrales-mueve-mundo-201601260402_noticia.html

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