sábado, 21 de noviembre de 2015

Como duelen los errores




Cuando cometo algún error, aunque sea pequeño y sin mala intención, siento un gran sentimiento de culpa, de negligencia extrema, de inutilidad. Lamento profundamente haber defraudado a los demás y a mí misma. Me siento como una nulidad, por lo que  mi autoestima se rompe por completo. En esas situaciones me hundo, me hundo, me hundo y la angustia es terrible. Me quiero esconder para siempre, “desaparecer”.

Los errores son como piedras que se van acumulando en una mochila que tienes que llevar a la espalda todos los días y duelen, duelen mucho. No me los puedo quitar de la cabeza, no los puedo olvidar. Están ahí presentes para recordarme lo inútil que soy.

Necesito mucho, mucho, mucho tiempo para reponerme y lo único que me alivia es poder repararlos o procurar hacer cosas que compensen ese error; es decir, autoexigirme hasta la máxima perfección posible. Si no es posible o me quedo bloqueada, el dolor es inmenso y duradero... eterno.

¿Cómo hace la gente para olvidar sus errores?
Hace unos años adopté una autoinstrucción que me alivia un poco, me digo a mi misma: “no te preocupes, dentro de diez años ya se te habrá olvidado”, pero es mentira. No se me olvidan del todo, simplemente están medio escondidos. Todavía, a día de hoy, no puedo leer un pasaje de mi diario de juventud de hace unos 27 años en el que escribo sobre uno de “mis errores”… que naturalmente no voy a comentar para no volver a experimentar el dolor de aquel momento.

Fases por las que pasa mi cerebro cuando cometo algún error:

  1. Tensión interna extrema: no puedo parar de pensar en el error y de culpabilizarme. La tensión me puede durar días, incluso semanas. En esos días la tensión la somatizo con problemas para dormir, comer, pensar y acabo agotada. Entonces necesito llorar desconsoladamente a solas y auto-flagelarme. Si alguien me pregunta “¿qué me pasa?” es peor, porque me vuelve a recordar el error y vuelvo a experimentar el dolor.
  2. Después de un tiempo, cojo un papel y un lápiz: analizo la situación haciendo un esquema con los pasos que tengo que hacer para enfrentarme al error. Este paso solo lo puedo hacer después de un tiempo, en frío cuando la intensidad del dolor me deja pensar. 
  3. Llevar el plan a cabo. El problema es que si el bloqueo continua no soy capaz de llevar a cabo el plan establecido y dejo pasar el tiempo. Entonces, vuelvo a la fase 1.


Por suerte, desde hace un tiempo me estoy atreviendo a resolver los errores, a pedir disculpas y cada vez necesito menos tiempo para "desbloquearme"...pero la tensión inicial no me la quita nadie.

Como me duelen los errores.... Hasta que no consigo resolverlos, mi mente me martiriza, me castiga, me atormenta…. no me deja en paz.



2 comentarios:

  1. Todos cometemos errores.Todos Es imposible, imposible, aprender sin hacerlo mal antes.Para hacerlo bien, primero hay que hacerlo mal e irse perfeccionando. Tienes derecho a cometer errores, a hacerlo mal, eso no te resta valor, al contrario, porque si no cometes ningún error... Es que no estás aprendiendo nada nuevo. Aplaudo tu fortaleza por aprender a enfrentarse al error. A veces lleva tiempo aprender esto. Pero no hay que sentir vergüenza por no hacer las cosas perfectas porque no existe nadie q no cometa errores.Ánimo

    ResponderEliminar
  2. lo se, pero es muy difícil controlar la frustración. Gracias por tus ánimos, de todas maneras..:-)

    ResponderEliminar