Desde pequeña he tenido todos los complejos del mundo: el de fea, el de gorda, el de tonta, el de aburrida, el de inútil. Desde siempre me he visto inferior a los demás.
En la actualidad han mejorado un poco mis comportamientos sociales externos por momentos y en determinados momentos, pero me sigo sintiendo inferior y, a menudo, me invade la inseguridad: inseguridad por no saber más de lo que me gustaría saber, inseguridad por no conseguir cumplir las expectativas que los demás han puesto en mí, inseguridad por ser tan torpe en situaciones cotidianas.
Durante gran parte de mi vida he sido invisible y eso ha sido muy doloroso: estas al lado de ellos, pero no te ven, no te escuchan, no eres interesante ni importante para ellos... simplemente "no existes". Es como ser un fantasma.
Durante gran parte de mi vida he sido invisible y eso ha sido muy doloroso: estas al lado de ellos, pero no te ven, no te escuchan, no eres interesante ni importante para ellos... simplemente "no existes". Es como ser un fantasma.
Ahora voy entendiendo muchas cosas...Yo
quería "caer bien" a la gente, quería que los demás estuvieran
satisfechos conmigo. Yo quería ser "perfecta" para no sentir la
frustración por no caer bien. "No caer bien" me llevaba a sentir que
estaba haciéndolo mal, que cometía errores. Nunca fui perfecta, pero ni un
poquito y eso me martirizaba... Me consideraba mediocre, fea, tonta, boba...
tenía todos los complejos del mundo... Solo quería ser querida, quería dejar de
ser invisible, deseaba ser "exitosa"...
Cometer errores es muy
frustrante cuando tu mente no trivializa, no olvida y no te lo permite. Todavía
me flagelo por no ser perfecta. La sensación de frustración y mediocridad me
comen, pero al mismo tiempo me alimentan y me instan a superarme, a ser
mejor... Es el pez que se muerde la cola. Ahora hay gente que me considera
"exitosa"... si supieran el esfuerzo que he tenido que hacer para
conseguir eso que los demás consideran "éxito"... la verdad es que
decidí centrarme en mis puntos fuertes... Eso me ha salvado. Mi padre deseaba
que me convirtiese en esposa y madre. Era lo que se esperaba de una mujer. No
les hice caso y decidí hacer lo que me dictaba la mente: estudiar... No
pretendas ser perfecto para los demás. Sé lo que quieras ser sin que te importe
lo qué digan... Déjate llevar por tu instinto, tus intereses, tus necesidades.
No intentes complacer a los demás... es desgastante...
No hay comentarios:
Publicar un comentario