miércoles, 20 de diciembre de 2017

Mi gran problema: la "Anticipación Social"



No tengo problemas de anticipación ambiental o física, como a los cambios de ruta, de lugar, etc. Mi gran problema es la "anticipación social"; es decir, saber como "moverme" en la fluidez de los eventos sociales, sobre todo, si son grupales.  

Ayer, mi marido me dijo de ir a comer con sus padres y aunque no me hacia mucha gracia, con resignación, le dije que si. Pero, hoy, justo antes de salir me entero que además van a asistir más personas: varios de sus hermanos con sus hijas y novios... La cosa, pues, cambiaba mucho a la idea que tenía en la mente. Sabía que improvisar "ser social" durante unas cuantas horas con sus padres me iba a ser difícil y agotador, pero factible.  No obstante, pensar en cómo estar con un grupo de gente... eso ya me ha superado. Me ha invadido un sentimiento de ira y angustia tremendo. De camino a casa de sus padres hemos parado a comprar unos refrescos. Mientras él ha salido a comprar, yo me he quedado en el coche esperándole e intentado apaciguar la angustia que me roía por dentro, pero no he podido. Me he quedado como paralizada. No he estallado como otras veces, simplemente, me he quedado como inerte. Cuando él ha vuelto, al verme en ese estado, me ha sugerido que no fuera, a lo que he accedido sin más. Hemos dado media vuelta y me ha dejado en casa.

No he podido hacerme a la idea de tener que lidiar con tanta gente, en un lugar bullicioso, con relaciones superficiales que me colapsan. Yo solo pensaba en qué poder hacer para aguantar entre 7-8 horas en aquella situación. Ya ni siquiera disponía de fuerzas para guinizar qué decir e intentar "aparentar" ser social. Solo pensaba en cómo poder aguantar tantas horas sin romperme por dentro. La opción de quedarme en casa ha sido mi salvación.

Al final he vuelto a casa con un sentimiento inicial de culpa por no haber podido  cumplir con el deber social de tener que reunirme con su familia. Se que es una obligación social, que aunque no sea del agrado de uno, se tiene que hacer... es un convencionalismo social que tienes que cumplir cuando decides compartir la vida con otro ser. Se que los demás pueden atribuir mala intención, atribuir que no quiero ir a verles. Pero, después de unos 27 años cumpliendo con las normas sociales, mejor dicho, aguantándolas, sufriéndolas, mi mente ha dicho BASTA y creo que BASTA PARA SIEMPRE.

No es un problema de anticipación ambiental... se DONDE tengo que ir, conozco el lugar, el trayecto. Es un problema de anticipación social, sobre todo, de situaciones grupales convencionales, triviales. En los encuentros sociales me puedo bloquear pues no se cómo seguir el hilo social con gente que, aunque conocida, me resulta imprevisible y caótica. No hay patrones identificables a los  que me pueda aferrar. 


2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Gracias por compartir, siempre leo cada una de tus entradas, inclusive las más antiguas. Sigue haciéndolo, veo que son en su mayoría auto biográficas (no sé si está bien escrito) y pues basado en el conocimiento de sí mismo me parece un buen ejercicio. Además creo que los demás nos podemos identificar al conseguir la descripción a situaciones mejor que si lo hubiesemos hecho y a veces que no sabemos no siquiera describir o explicar

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