domingo, 18 de diciembre de 2016

Obsesiva o Apasionada



Hace unos años, mi médico de cabecera me derivó al psiquiatra. Llevaba tiempo con cefaleas frecuentes, mareos, lipotimias, nauseas, debilidad y después de descartar posibles causas físicas me comentó que la sintomatología podía deberse a una posible distimia. Reconozco que me sorprendió que me derivase al psiquiatra... ¿YO?, ¿pero si yo me siento "muy cuerda"?

Acudí a la consulta del psiquiatra con una actitud de curiosidad y tras hablar con él durante una hora, concluyó que no veía en mí ningún rasgo de distimia que si acaso un Síndrome de la Fatiga Crónica y me dijo que tenía un "rasgo obsesivo por el trabajo".  Entre las sugerencias terapéuticas me recomendó lo de siempre: que hiciera algo de deporte y que me buscara un hobby o entretenimiento diferente al trabajo.

El caso es que no puedo buscarme un hobby porque entonces me focalizaría en él de forma intensa y no podría concentrarme en otra cosa, ni siquiera en el trabajo. 

Cuando me intereso en cualquier cosa banal puedo hacerlo de forma muy muy intensa. Por ejemplo, si quiero decorar la casa, pasaré todo el tiempo disponible mirando y mirando y revisando revistas y lugares web de decoración y no puedo pensar en otra cosa. Incluso si quiero comprarme un cojín para el sofá buscaré buscaré y buscaré por tiempo de forma intensa. 

Cuando me he interesado por la cocina me he pasado fines de semana enteros "enganchada" al canal cocina mirando receta tras receta. Cuando he ido al gimnasio, me he interesado de forma intensa en buscar estrategias para perder calorías. 

Tengo libros en mi biblioteca esperándome a que "tenga tiempo libre" para poder leerlos porque ahora solo puedo leer cosas relacionadas con mi trabajo y no puedo hacer dos cosas a la vez.

Estoy esperando el momento en el que "deje de trabajar" para ponerme a hacer otras cosas, a focalizarme en otras cosas que también me gustan, como dibujar, escribir... Ahora no puedo dedicarme a ningún "hobby", pues no puedo repartir mi mente en varias cosas a la vez de forma simultánea. 

Tal vez esto parezca un rasgo obsesivo, pero yo no lo vivo como algo intrusivo ni me produce malestar. Es una tendencia a la "especialización" que hace que no pueda hacer varias cosas al mismo tiempo. Es una necesidad intrínseca en mí que no puedo obviar.

Cuando estudiaba en el instituto y en la universidad me costaba mucho planificarme para trabajar todas las asignaturas. Mi mente solo quería ocuparse en aquellas que me parecían interesantes. Entonces, pasaba tiempo ampliando las ampliaciones de los apuntes. Era una necesidad imperiosa de profundizar en aquello que me parecía apasionante. Así pues, mis notas han sido en general mediocres a excepción de algunas notas excelentes. 

Cuando estudiaba, la letra de mis apuntes tenía que ser perfecta, incluso en su presentación. Los apuntes tenían que parecer un manuscrito, tenían que tener formato de capítulo de un libro. Si me equivocaba o mi letra no era bonita,  no aceptaba tachones ni el uso de típex. Tenía que volver a repetir la página desde el principio. Yo no siento esto como un rasgo obsesivo, sino como una necesidad de la búsqueda de la perfección. 

Mi hiperfocalización repercute en la amplitud, calidad y disfrute de las relaciones sociales. 

Tengo un tema de interés intenso (que no menciono porque el contenido del mismo es irrelevante) desde hace unos 25 años. Otros dirían "obsesivo" porque me hiperfocalizo en él durante mucho tiempo. Todo el día pienso en ello. 

Debido a que mis intereses son muy muy muy restringidos y poco convencionales o habituales o "comunes" para los demás, mis relaciones sociales adolecen de versatilidad. Cuando me reúno con gente no disfruto, no siento placer -por decirlo de alguna manera- porque no me interesa lo que hablan y como no puedo integrarme en sus conversaciones (por que no se qué decir) me voy quedando al margen. Veo a los demás divertidos, riéndose, compartiendo de forma espontánea y luego -al terminar la velada- quieren volver a quedar para relacionarse. Les veo hablando de una variedad de temas comunes,  contando anécdotas triviales, haciendo bromas y todo ello rápido.... Yo no puedo seguir todo ese flujo social que -por otro parte- a mi me parece insulso. Solo puedo llevar una conversación "placentera" si se tratan mis temas de interés, pero necesito hacerlo con alguien que sienta la misma intensidad. Al hiperfocalizarme en algo tan concreto y específico mis posibilidades de socialización placentera se limitan bastante.

Estoy aprendiendo a quererme, a aceptarme y a comprender mis limitaciones sociales convencionales. Ahora lo entiendo y no me siento mal. Me gusta hiperfocalizarme en mis temas de interés. Llevo toda la semana eufórica con un nivel de "excitación mental" difícil de explicar. Disfruto tremendamente dejándome llevar por mis pensamientos, ideas, reflexiones. El placer que no siento relacionándome convencionalmente, la siento cuando me implico en mis intereses. Reconozco que cuando me viene una idea o reflexión interesante necesito compartirla con alguien de forma imperiosa y es cuando... me vuelvo monotemática y, tal vez, un poco agobiante. Hoy he tenido que compartir con mi marido una de esas explosiones mentales. Me ha dicho: "si, pero me lo explicas mientras desayuno"... No he podido esperar... :-)

3 comentarios:

  1. Muchas gracias por compartir, siento que lo importante es conocerse, aceptarse, y así quererse y valorarse. Para adelante

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  2. Comprendo eso.. a mi me pasa algo parecido pero después me siento mal por el tiempo que pasé haciendo o buscando algo que necesitaba o cosas que perdí y no soporto hasta que no encuentro eso... y mientras se paso una tarde... un día... como que me cuesta administrar ese tiempo y dejar algunas cosas para después

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