jueves, 4 de agosto de 2016

Pereza Social



Solo pensar en que tengo que relacionarme, incluso con gente a la que aprecio, me produce cansancio y pereza. 

Al principio, cuando pienso en la reunión social -siempre y cuando sea con gente apreciada- me animo pensando en que lo voy a pasar bien; pero cuando se acerca el momento, me invade la pereza y, en muchas ocasiones, pongo excusas para no ir. 

Entonces, la gente muestra preocupación y me preguntan por mi estado de ánimo, cosa que me satura. Atribuyen que si no quiero ir es porque debo de estar mal emocionalmente, pero no es así. Entiendo que es una preocupación por mí. En realidad, no quiero ir por pereza, porque solo pensar en el esfuerzo mental que tengo que hacer para estar con gente me produce cansancio y agobio. Cansancio por pensar en cómo "ser social" y .. lo más difícil.. cómo "caer simpática". 

Hasta no hace mucho, la propuesta de una salida social me producía un enfado exagerado que se incrementaba cuando se acercaba el momento de la salida. Acudía al encuentro con una sensación de obligación, lo que me producía un malestar emocional intenso que me iba colapsado mentalmente. Al finalizar y en el trayecto de vuelta a casa  el enfado acumulado o explosionaba o  se reprimía aún más en un bloqueo doloroso. En ese momento, cualquier cosa podía convertirme en Mr. Hyde ("el malo"). Y si no explosionaba me quedaba bloqueada, paralizada: no contestaba cuando me hablaban, no miraba.. los demás no existían. 

Ahora controlo el enfado porque entiendo lo que me pasa y selecciono las salidas y a las personas a las que ver. Además, he creado un recurso personal, al que le llamo "botón de encendido-apagado social". Cuando llego al lugar del encuentro enciendo el botón (solo en ese momento, no antes para evitar el bucle social) y pongo en marcha mis "algoritmos y guiones conversacionales" que he ido creando y perfeccionando con el tiempo. 

Me consuela saber que los encuentros sociales tienen un principio y un final.... Y UN FINAL..




2 comentarios:

  1. ¡Soy idéntica! Es verdad eso, da mucha pereza "socializar". La ventaja que tiene el ir con gente a la que aprecias - y ellos también te aprecian - es que puedes apagar ese botón si te cansas, porque ellos te respetan y lo entienden. Al menos, algo es algo. Eso sí, el ir con gente nueva, cansa el doble y desearía no estar allí. A mí me ha pasado mucho, hay veces que no he ido a sitios por pereza social. ¡Saludos y muchos besos virtuales!

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    1. Con los desconocidos puedo aparentar "simpatía" durante un rato, pero es cierto.. luego me voy apagando¡¡¡¡

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