domingo, 24 de junio de 2018

Mi Teoría de la Mente y las "Aspercagadas"


Últimamente no paro de pedir disculpas y es que cada vez meto mas la pata. Antes, al ser exageradamente inhibida con un rígido autocontrol no resultaba inoportuna... ¿cómo lo iba a ser si no hablaba?. En contrapartida tenía que enfrentarme a los constantes comentarios punzantes del estilo: "no dices nada", "qué te pasa", "te encuentras mal". Mi mente se cerraba y lloraba por dentro culpabilizándome por ser una boba, una inútil social.

Ahora, en algunas circunstancias, me deshinibo con más facilidad, pero cuando lo hago... la cago (término que voy a usar cariñosamente hacia mí). En esas circunstancias no pienso lo que digo y la lío, pues puedo decir cosas inoportunas o decir cosas en un tono que es interpretado como brusco, impetuoso y puedo llegar a ofender. El caso es que yo no me doy cuenta de ello de forma inmediata y a veces, no me doy cuenta si no me lo dicen de forma explícita. A veces hablo con impulsividad sin darme cuenta en cómo mis palabras pueden ser recibidas por el otro, más cuando no tengo la intención intencionada -la redundancia es deliberada- de dañar u ofender. Pero... ¡¡¡vaya¡¡¡ no parece ser así: a veces digo cosas que al otro le ofenden. De verdad... no hay mala intención. No hay intencionalidad malsana de hacer daño... pero lo hago y si el otro no me lo dice no lo veo, no lo percibo, no lo registro.

Mi mentalismo no es deformado, retorcido; es algo mas simple, más ingenuo; pero no por eso menos doloroso para quien me sufre en algunos momentos. 

Pensando sobre mi mentalismo, por ahora me he detectado algunas particularidades que van de un Mentalismo Lento, a un Mentalismo Dormido. Decir que cuando me hiperconcentro en determinadas situaciones sociales (las pienso conscientemente) mi mentalismo es ajustado. 

Como mentalizar es tan complicado, muchas veces, opto por desconectar o por mantener una actitud del tipo no implicación social ("Estando sin estar").


Ejemplo de "Mentalismo Lento": 
Hace unos cuantos años decidí volví a retomar los estudios y empecé a hacer un máster (obvio la temática porque es irrelevante para la explicación). Decidí ser social, así que me iba a la cafetería para estar con algunos de mis compañeros. Recuerdo una ocasión en la que una compañera estaba enfadada porque -según ella- el profesor le había puesto una nota más baja de la que se esperaba teniendo en cuenta todo lo que había estudiado. A mí, en esa situación no se me ocurrió otra cosa que preguntarle: "¿y que análisis estadístico has hecho?" y cuando ella comentó, acto seguido le respondí: "¡¡¡ese análisis es muy simple!!!". Entonces, se hizo el silencio y su cara enmudeció. Fue cuando me percaté de que no tenía que haber dicho lo que dije (que en definitiva quería decir: "te pusieron baja nota porque el análisis que decidiste hacer era de los más simples para aprobar"). De repente, me di cuenta de que tenia que haber filtrado (no decir lo que pensaba) y hacer como los demás: consolarla. Me di cuenta después, a destiempo, que la había "cagado", que había cometido una "aspercagada" (así las llamo para reírme de mi y para que el error social cometido no me reconcoma). Os puedo asegurar que no hubo mala intención, no hubo retorcimiento, ni ironía, ni nada de eso. Mi razonamiento salió de la mas pura sistematización... pero socialmente "la cagué".


Ejemplo de "Mentalismo Dormido"
Os comento uno de los últimos que recuerdo mejor, pero seguro que he metido la pata muchas veces y no me he dado cuenta. 
Hace unos meses, estaba con una compañera de profesión -pero que no trabajamos juntas- en una situación de "ocio" (cenando juntas con mi marido incluido). En la conversación salió un tema de trabajo y yo le dije algo que a ella no le agradó, pero yo no me percaté. Cuando la cena terminó y volvía a casa con mi marido, él me comentó que yo había sido brusca en la comida al comentar sobre la situación que se planteó. ¿¿¿Yo???...¡¡¡de verdad¡¡¡¡ no recuerdo haber sido BRUSCA.. Yo pensaba que había sido enfática , pero no ofensiva -más cuando no pensé en serlo- comentándole lo que opinaba. Según me dijo mi marido es muy posible que esa persona se sintiese ofendida, criticada. Yo, sin embargo, pensé que estaba opinando, no criticando. No me percaté de que mis palabras y mi tono enfático pudieron ofenderla de sobre manera. No vi señales que me hicieran ver que no estaba siendo correcta. 

¿Por que es un ejemplo de "Mentalismo Dormido"? pues porque si mi marido no me hace ver que fui brusca.. yo NUNCA me hubiese dado cuenta. ¿Y, por qué "dormida"? por que no es una completa ausencia de capacidad mentalista, no es una ceguera irreversible.. es una ceguera reversible siempre y cuando alguien me la haga ver.  No se muy bien como explicarlo.  Cuando me hacen ver que la he liado... entonces, mi cerebro lo ve y ...¡¡despierta!!! Lo malo al despertar es el sentimiento de culpabilidad:  me siento fatal, fatal. 

Tras un análisis retrospectivo de la situación puedo darme cuenta de mis errores sociales, mis meteduras de pata, pero eso no garantiza que no vuelva a cometer errores sociales ("Aspercagadas") de nuevo en otras ocasiones, pues mi cerebro no es capaz de anticipar en otras situaciones nuevas. Para evitar los errores sociales, tengo que mantener a mi cerebro en constante ALERTA.... No es fácil. Espero que con vuestra empatía innata seáis condescendientes conmigo y no me lo tengáis muy cuenta. Podéis hacerme ver el error -os lo agradecería-, pero os pediría que lo hagáis de forma cuidadosa pues cuando despierto el sentimiento de culpabilidad es eterno y es cuando me vienen pensamientos de abandonar, de excluirme, de rendirme. Si.. soy una exagerada. Es lo que tiene tener una mente hipersensible...

¡¡ay¡¡ que complicadas son las relaciones sociales: para los demás relacionarse conmigo y para mi relacionarme con los demás.

Mi capacidad para mentalizar de forma ajustada está directamente relacionada con mi estado de ALERTA y ENFOQUE SOCIAL ACTIVO (palabrejas autoinventadas para definir mis estados mentales). Tengo que obligar a mi cerebro a estar en alerta constante y pensar no solo lo que tengo que decir o no decir, sino en analizar al otro, el entorno y decidir si lo que iba a decir puede ser adecuado o no....¡¡¡uuuffff¡¡¡¡... ¿quien dijo que esto era una mera condición?

Es curioso, si estoy en formato "escuchadora activa" soy capaz de leer matices sociales en otros que me permiten ponerme hábilmente en el lugar el otro y empalizar e, incluso, "hiperempatizar"; 
pero...
Si estoy en formato "habladora apasionada" me centro en mi discurso y no pienso en las repercusiones en el otro de lo que pueda decir,  más cuando no hay mala intención en molestar u ofender ...¡¡¡¡de verdad¡¡¡¡¡¡. Cuando estoy en formato "apasionada" no leo señales sociales si  estas no son muy evidentes. Es entonces, cuando me tienen que hacer ver que no estoy ajustando...

Cuando estoy en formato "Habladora apasionada" no guionizo y es un alivio. El discurso me sale solo, PERO... tiene su contrapartida: es impulsivo y monocentrista (no se cómo explicarlo): me centro en lo que digo ("me sale solo"), pero mi cerebro no anticipa, ni planifica, ni preve las posibles consecuencias SOCIALES de lo que digo y es entonces cuando la cago. 

¿Y... que tengo que hacer para no liarla, para evitar las "Aspercagadas"? pues tengo que tener a mi cerebro social en constante ALERTA para prever posibles consecuencias. Prever requiere de un esfuerzo mental enorme que conlleva: 

  • Inhibir el apasionamiento mental para evitar la hiperfocalización mental y la hipofocalización social. Tengo que autocontrolar el impulso mental y para ello tengo que obligarme a darme un tiempo de latencia mental para pensar lo que DEBO de decir y lo que NO DEBO de decir. Necesito unos segundos para pensar no solo qué decir, sino si lo que diga va a ser adecuado a la persona (a esa persona en particular) y al contexto.
  • Estudiar (Conocer muy muy bien) a la otra persona para saber hasta que punto puedo llegar a ser apasionada sin que se sienta agredida. Estoy comprendiendo que esto solo lo puedo hacer con unas pocas personas que me conocen mucho, mucho y saben que si la cago no hay mala intención. El problema viene cuando mi impulsividad mental se activa con gente que acabo de conocer o que me conocen poco... entonces, interpretan grosería, brusquedad, impetuosidad... y tal vez, más cosas que no me digan.


¡¡¡¡SOCORRO!!!!!!! 
¡¡¡¡SOCIALIZAR ES AGOTADOR!!!!!
¡¡¡UUFFFF!!!.... NECESITO UN DESCANSO DE LA HUMANIDAD :-)

Que complicadas son las relaciones sociales, sobre todo, en situaciones triviales y con gente que no te conocen profundamente y que no conoces bien.... 

Me fascina la habilidad que tienen los demás para poder relacionarse sin tener que hacer tanto esfuerzo mental. No se cómo lo hacen. Admiro esa facilidad para socializar que tienen algunos. Y es entonces cuando me pregunto: ¿una mera condición?, ¿una forma de ser?... ¿cómo siendo "altamente funcional" para determinadas cosas, soy tan "bajamente funcional" para otras?. Soy "bajamente funcional" para algo tan, tan humanamente esencial como es la socialización... ¿una mera condición?.

Lo bueno es que ya no me victimizo... estoy intentando manejarme en el mundo aprendiendo a hacerlo... Este máster es el más complicado... el máster de la vida, pero no me rindo... ¡¡¡lo conseguiré!!! :-)


4 comentarios:

  1. ¡Excelente, Mariposa! Mejor expresado, imposible. Gracias.

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  2. Muy interesantes los términos de mentalismo dormido, expresa bien lo que que causa ese sentimiento de "¡La cagué!"
    Y el enfoque social activo, yo lo llamo socialización consciente.
    ¿Tienes algún consejo para mantenerte atenta a las conversaciones cuando les pierdes el hilo?, me pasa usualmente con las mujeres neurotípicas a los 10 minutos si están hablando en modo chisme o desahogo

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